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José Gutiérrez Carbonell (Alicante, 1924 - 2002)
7 años en activo
11 fogueres plantadas
5 primeros premios
1 galardón en la máxima categoría
2 ninots indultats
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Hijo de artesano marmolista y con una temprana vocación
escultórica inculcada por su padre, fue destacado discípulo de Daniel Bañuls.
Tras la Guerra Civil, en un concurso-oposición convocado por
la Excma. Diputación Provincial, obtuvo una bolsa de estudio que aprovechó para
acceder a la Escuela Superior de Escultura, Pintura y Grabado de San Carlos, de
Valencia. Pero, con anterioridad, ya se había iniciado en el entorno de les
Fogueres, primero con un monumento infantil en 1941, en la calle Alférez Díaz
Sanchís y, posteriormente, entrando como aprendiz en el taller de Gastón
Castelló en 1944, realizando algunas portadas de barraca. Colaboraría
intensamente con Jaime Giner Palacios en la construcción de fogueres,
realizando cinco monumentos entre 1946 y 1948, de fuerte contenido crítico, que
les llevaría en más de una ocasión a lidiar con la censura, pese a lo cual fueron
premiados con importantes galardones.
Una vez en Valencia, alternó sus estudios con la
colaboración con artistas falleros, especialmente con José Soriano, Modesto
González y Vicente Tortosa. Una vez terminados, regresa a Alicante, donde
rápidamente aportó sus facultades artísticas en pro de la Fiesta del Fuego, de
forma efímera pero contundente pues, tras haber trabajado en 1952 con José
Perezgil en Categoría Especial, creando el primero de sus ninots indultats, El
colilla (Séneca-Autobuses), y dando forma a la primera foguera en que se utilizó
para los bastidores contrachapados en vez de lienzos, dos años después realiza
para el mismo distrito el monumento El juego, Premio de Categoría Especial
1954, una de las creaciones más importantes de la década de los cincuenta, con
reminiscencias gastonianas, combinación de arquitectura tradicional, figuras
clásicas y bajos muy cuidados.
En 1955 son premiadas las tres fogueres que planta, entre
las que destaca El món a pataes (Plaza Ruperto Chapí), una apuesta
arquitectónica muy avanzada. Este mismo año consigue su segundo ninot indultat, Caruso (San Fernando-Lonja), y construye la portada de la Barraca Peña «Los
Gorilas». Dejó en sus obras constancia de su versatilidad escultórica y su
respeto a la arquitectura de su época, así como un mordaz sentido de la sátira,
plasmado una y otra vez en multitud de viñetas, muy en la línea de sus maestros
valencianos.
Posteriormente, se dedicó casi en exclusiva a la escultura
y la pintura, destacando entre sus obras: la Sagrada Familia de la iglesia de
Nuestra Señora de Gracia, un relieve en la Caja Infantil de Ahorros del Sureste
de España, y un grupo escultórico en los desaparecidos jardines de la
Biblioteca Gabriel Miró de dicha entidad financiera. En la I Exposición de
Escultura Mediterránea, celebrada en 1957, obtuvo la Medalla de Plata.
En 1957 le hace los bocetos de Sueños de circo (San Antón
Bajo) a Francisco Granja Velázquez, y en 1960 los de Teatro de la vida
(Puente-Villavieja) a Francisco Almiñana Pérez y, como artista foguerer, retornó
fugazmente en 1962, de nuevo en colaboración con Jaime Giner, con Mitología al
día (Benalúa), que exploraba nuevos rasgos estéticos que no tendrían
repercusión posterior. Más tarde, participó activamente como Jurado de Fogueres,
así como enseñando a jóvenes valores, de la talla de Javier Gómez Morollón o
Jesús Grao Garrido. Por último, en su otra vertiente artística, José Gutiérrez
es autor del Monumento al Foguerer, instalado en la plaza de España e
inaugurado el 21 de junio de 1982.