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La Foguera de la «Plasa del Achuntament» (1.ª parte)

Artículo publicado en la Revista Oficial Festa de Fogueres 2014

De todos es conocido el hecho de que, en cualquier municipio, las actividades realizadas en la plaza o calle en que esté ubicado su ayuntamiento, se revisten de cierta oficialidad y conllevan cierta repercusión que no tendrían en cualquier otra arteria o plaza de la población, por muy céntrica e importante que fuera. Esto es especialmente relevante en el entorno de las manifestaciones festeras, y el caso de Les Fogueres de Sant Joan no iba a ser una excepción. Así, desde el mismo nacimiento de la fiesta del fuego alicantina, los monumentos plantados frente a la puerta principal del consistorio, pese a constituirse desde el año fundacional de 1928 en una comisión como otra cualquiera de la ciudad, iban a disfrazarse de esa oficialidad, aunque la condición real de Foguera Oficial de la Ciudad no llegara hasta muchos años después, no desapareciendo como tal comisión hasta poco después de instaurada la democracia en nuestro país. Precisamente por esa razón, se examinaba con especial interés el mensaje, más o menos explícito, que pudiera tener la foguera como espejo de la sociedad alicantina, tanto en contenido político, económico, social, artístico o folklórico, y, si a ello añadimos el carácter eminentemente crítico del monumento, tenemos los perfectos ingredientes para la polémica, el morbo, el debate y, cómo no, la siempre acechante censura. Esto fue ya evidente durante el revuelto período de 1928 a 1936 en el que nos vamos a centrar.

La antigua plaza del Mar, de Alfonso XII durante los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera, y que volvería a cambiar de denominación con la llegada de la II República, tomando el nombre de esta, tradicionalmente era conocida por los alicantinos como «Plasa del Achuntament», y de este modo ha quedado reflejado en la abundante documentación que estos dos periodos de la Fiesta generaron. Esta denominación quedaría en desuso, por razones obvias, tras el triste episodio de la contienda nacional, cuando se rotulara como plaza del 18 de Julio, y con ello igualmente la Foguera que, con la llegada de la democracia, cambió de nuevo a plaza del Ayuntamiento o plaça de l'Ajuntament, para denominarse por fin, en 1985, Foguera Oficial, tal como la conocemos, una vez desaparecida como comisión, cuyo distrito quedó adscrito territorialmente, en su mayor parte a la Foguera Monjas-Santa Faz, y una porción, más recientemente, a la Foguera Plaza de Santa María.

Para desarrollar la historia y peculiaridades de este distrito foguerer durante el citado período de 1928 a 1936, las denominaciones de comisiones, lemas de monumentos, explicaciones de los mismos, citas textuales, etc. han sido transcritos literalmente, tolerando el uso que del valenciano se hacía en la época, con sus modismos e incorrecciones, para respetar al máximo su singularidad y su sonido peculiar, pues no en vano se trataba básicamente del traslado a lo escrito del sonido del lenguaje hablado.


1928. De Jauja a Jijona, o El tranvía de Jauja

En su fundación, la Foguera Plaza de Alfonso XII integró representantes del comercio, la industria y el vecindario en general de las calles Altamira, Mayor, Jorge Juan, Gravina, Cervantes, plaza de Alfonso XII y adyacentes, si bien no existe una relación oficial de las que constituían el distrito foguerer. Del mismo modo, tampoco se conoce exactamente la nómina de comisionados que la integraban, aunque podemos hacer una aproximación basándonos en la solicitud de plantà, fechada 28 de abril de 1928, que recoge treinta y cinco firmas, veintiséis de ellas cuñadas mediante sendos sellos. Entre los firmantes son legibles las rúbricas de José Riera, Sebastián Cid, Vicente López Ruiz, Gabriel Montesinos, Víctor Uriarte, Antonio Amérigo, Antonio Andreu, Pascual Ors Pérez, que ostentaría la primera presidencia, Luigi Corno, Leopoldo Asensio, Julián Infante Gómez, Pascual Benavent, José Mataix, Francisco Iváñez, Julio Parreño, José Abad Ramos, Juana de Acevedo, Pablo Rodríguez, Lorenzo Gilabert, José Corral y Vicente Bernácer; y en algunos de los sellos son legibles comercios como Almacenes El Águila, Joyería y Relojería Amérigo, Farmacia Dr. Romero, Comestibles Leopoldo Asensio, Calzados Julián Infante, La China, Salchichería Extremeña, Sombrerería Iváñez, Óptica Cours, Nueva Sombrerería Acevedo, Farmacia J. Segura, Alpargatería Sogorb, Cortinas Orientales, Relojería y Óptica Corral o Armería Bernácer.

Foguera Plaza de Alfonso XII 1928. Solicitud de plantà (AMA. Expediente 1/28)

Pese a que, según consta en la prensa, sería la Banda de Música «La Lira» de Novelda la que acompañaría a la comisión durante los días centrales de esas primeras Fogueres, el citado documento, así como otros contenidos en el expediente 1/28 que se conserva en el Archivo Municipal de Alicante (AMA), recogen la petición de la actuación de la Banda Municipal de Música frente al Palacio Consistorial, invocando la vecindad de este, las noches del 23 y 24 de junio, con «música de autores españoles y de aires regionales», conciertos que quedarían autorizados en sesión de la Comisión Municipal, según recoge también la página 1 del Diario El Luchador del día 9 de mayo.

En las páginas de la prensa local, también podían leerse las actividades que esta comisión llevaba a cabo tanto para financiarse como para promocionarse. De este modo, el Diario El Día del 24 de mayo, en su página 3, ya apuntaba maneras en el monumento de esta foguera:
La comisión de la Plaza de Alfonso XII, tiene un proyecto fantástico, proyecto que ignora todavía la comisión. Porque a tres señores componentes de la misma, se les ha dado la misión de idear algo grande. Y ya está ideado.
[...] ¿Qué sorpresa nos traerán? Hay quien dice que se trata de una composición de figuras, entre las cuales se ven personajes alicantinos muy populares. Pero seguramente nadie dará con la verdad. La verdad es que la hoguera de la Plaza de Alfonso XII será una cosa grande.
Promoción no les faltaba. Y entre las actividades recaudatorias, tal vez cabe destacar la que ocupó las páginas de este mismo diario los días 26 de mayo y 15 de junio:
Una comisión integrada por los elementos que organizan la hoguera de la Plaza de Alfonso XII, han visitado a la bella artista Juanita Saeta, que se encuentra descansando en la tierra de sus amores, para pedirle su cooperación en una velada que preparan al objeto de recaudar fondos para la hoguera del "barrio", que es precisamente el barrio de la artista.
Anoche se celebró en el Teatro Nuevo de la calle de Jorge Juan, la anunciada velada para la recaudación de fondos con destino a la "foguera" de la plaza de Alfonso XII, que va a ser una cosa original, a juzgar por los trabajos de la comisión y por lo que hemos oído decir.
[...] Apareció la bella canzonetista alicantina Juanita Saeta, entre una ovación del respetable, que no cesó de aplaudirla como se merece su arte y su belleza.
El tan publicitado proyecto a plantar frente a la fachada del Ayuntamiento, venía de la mano del artista valenciano vencedor en la reciente edición de las Fallas de Valencia, Carlos Cortina Beltrán, con la foguera titulada De Jauja a Jijona, aunque con menos frecuencia se puede encontrar en prensa el lema El tranvía de Jauja. La autorización de plantà no sería concedida hasta el 29 de mayo, fecha en la que se presentó el boceto y un documento complementario que explicaba que era «una alegoría sutilmente irónica acerca del proyectado tranvía Alicante-Jijona. No se ataca ni ridiculiza a la Autoridad ni se producen con ello molestias a nadie. Trátase sólo de evidenciar la conveniencia de que esa ansiada mejora tenga realidad práctica». Pero el caso es que los dos grandes ángeles que tiraban del tranvía, lo que le daban era un toque de ensueño frente a la cruda realidad, que era más previsible, como se puede leer al final de la explicación en el número especial de El Tio Cuc de Fogueres 1928: «Be fan de dir que els ensomits son les mentires mes grans». El escrito pedía expresamente que el boceto fuera devuelto a la comisión, razón que podría explicar, en este caso, que no se conserve junto con el expediente, pero lo cierto es que ninguno de los bocetos pertenecientes a este primer ejercicio foguerer ha llegado a nuestros días.

El artista valenciano Carlos Cortina en su taller fallero

La prensa se deshacía en elogios. El Diario El Día del 23 de junio, en su página 1, decía: «La de la plaza del "Achuntament", es una crítica del tan cacareado y en "perspectiva" tranvía de Jijona. Es una de las mejores "fogueres", y es cosa seria. No se ha omitido detalle y merecen sus organizadores un aplauso entusiasta». Y añadía el Diario El Luchador de ese mismo día, en su página 2: «tiene verdaderos aciertos de concepción y ejecución. Hay además del motivo principal, ingeniosas críticas que el artista desarrolla en los testeros. El tranvía, tirado por dos angelotes y las figuras de los jijonencos, muy bien acabado todo». Pero lo cierto es que solo obtendría el Sexto Premio, que no estaba remunerado, pese a que era la foguera que más solidez técnica poseía de todas las plantadas en esta primera edición festera, hasta el punto de que, en cierto modo, su robustez puso en evidencia la inexperiencia y fragilidad del resto de los monumentos presentados a concurso.

Foguera Plaza de Alfonso XII 1928, cara frontal (AMA. Archivo Eugenio Bañón)
Foguera Plaza de Alfonso XII 1928, cara posterior (AMA. Colección Senante-Lamaignere)

Cabe añadir que el artista había vencido en Valencia, en concreto en la Falla Plaza de Mariano Benlliure, con otro tranvía, en ese caso portado por una gigantesca libélula, con el lema De Valencia a Nova York en les ales d’un parot, además de que, el de la Foguera Plaza de Alfonso XII, fue uno de los tres tranvías que se plantarían en Alicante, entre ellos el vencedor de la Foguera Barrio de Benalúa, por lo que no es de extrañar que, según cuenta el escritor alicantino Ginés Alberola Botella, una falla valenciana de 1929 «se refirió a las Hogueras y sus organizadores, con el lema "Micos d'imitasió"», si bien esto nunca ha quedado comprobado.

Falla Plaza de Mariano Benlliure 1928, de Carlos Cortina.
Primer Premio de la Sección Especial (Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu)

Dado que todo parece indicar que no se publicó llibret alguno de esta foguera en 1928, puesto que ha sido imposible encontrar referencia alguna al mismo ni en bibliotecas, ni en bibliografías, ni en coleccionistas, la única reseña más o menos completa que nos ha llegado del significado e intención de esta primera foguera de este distrito, es la contenida en el citado semanario El Tio Cuc, y es, íntegramente, la siguiente:
—¿Qué no te alses, Frasquitet?
¡mira que es ya masa tart!
—Ha vengut a despertarme
cuant estava ensomiant.
—¿Qué ensomiaves, fill meu?
—¡Ay, mare, cosa molt gran!
Un ansómit com aquélls
del llibre del capitá.
¿Sen recorda, mare? Aquell
de la prinsesa encantá
que feren reina de Jauja,
y cuant la van coronar
y anava mes orgullosa
en la carrosa real,
va despertar del ensómit
y al tirarse els mans al cap,
en conte de la corona
se va trobar un cabás
y la carrosa de reina
era un carro derrangat.
—Sí que recorde, fill meu.
¿Y tú que has ensomiat?
—Yo he ensomiat que una empresa
de la corte celestial
havía fet un tranvía
desde Xixona a Alacant
 un tranvía molt bonico
tot del mateix material
de les caixes de torró.
—¿Y lo demés?
—Ya vorá.
Les rodes de torró de armela
mes dur que el ferro colat;
els travesañs de guirlache
y els tableros de devant
de torró de fruta y yema
y de meló confitat.
—¡Quina dolsor de tranvía!
—Calle, que no se ha acabat.
Com el coche era del Limbo,
de una empresa selestial,
no anava tirat per mules
ni per la electrisitat
ni aspentant; com van els autos
de sent sincuanta cavalls
cuan en mich la carretera
se para un cavall de tants;
el tranvía caminava
per la forsa anchelical;
forsa motris molt barata
que ni fá gasto de pá,
perque son els anchels bovos
els motors que fan marchar.
—¡Chesus, Maria y Chusep!
¡Fill meu que presiositat!
—Calle, mare, que en cá falta.
—¡Chico, si estic alevá!
—Falta dir, que el conductor,
era Job, tot arrugat,
en unes barbes mes llargues
que un drama de Echegaray;
y el pobret, segurament,
per tindre ya molta edad,
no podent tocar el pito
ni la campana tocar,
com fan en tots els tranvíes,
en el moment de arrancar,
una ocarina tocava
en pasensia y resignat.
—¿Y va aplegar el tranvía
a Xixona, al arremat?
—No aplegat, señora mare;
encara está caminant
y allá en Xixona el esperen
para no cansarse tant
chugant' al truc y a la brisca...
El ensomit ya acabat.
—Be fan de dir que els ensomits
son les mentires mes grans.

1929. Beneida siga la curiositat

A pesar del inesperado resultado, en cuanto al poco éxito obtenido, del primer monumento de la Foguera Plaza de Alfonso XII, la comisión, encabezada en el nuevo ejercicio foguerer por José Mataix, se las prometía felices. No en vano, se recibían cartas de apoyo, como un buen ejemplo es la suscrita por los comerciantes de la calle Mayor, en la que declaraban su satisfacción por la actuación de dicha comisión, «por cuya causa no están dispuestos en modo alguno a contribuir a otra foguera que no sea esta». Entre la multitud de sellos y firmas se pueden leer con claridad: La Isla de Cuba, Maison Dorée, Muebles La Competidora, Librería-Papelería M. Pastor, Modas El Capricho, Confitería y Repostería Manuel Torres, Administración de Loterías N.º 2, Peluquería de Señoras José Lillo, La Hispano-Alemana, Confecciones El Bebé, La Flor Mallorquina, Fotografía Casa Sánchez, Zapatería Rafael Fernández, Radiophono, Pañería y Satrería Miguel Donat, Yris, Unión Musical Española, Almacén de Curtidos A. Herrero, Panadería Bartolomé Serrano, Comestibles Soler Lillo, Farmacia Dr. Aguiló, Bar España y Turrones Sirvent Miralles.

Con este ánimo, firmaban la solicitud de plantà el nuevo presidente, su contador y su tesorero, Cándido Sánchez, el 4 de mayo, cuya autorización llegaría el 3 de junio. Pero la realidad fue bien distinta, y el propio tesorero era entrevistado el día 6 del mismo mes por el Diario El Luchador, explicando en su primera página que «hasta el momento se han recaudado unas siete mil pesetas; que han contratado a la Banda de Música "La Independiente" de Jijona para los días 22, 23 y 24; que actuará como charamitero el popular "Talento"; que los fuegos artificiales los confeccionará el pirotécnico Climent, de Tángel». Y continuaba más adelante el diario: «Por lo enumerado y por la recaudación obtenida, se pone de manifiesto que en conjunto, comerciantes y personas pudientes que en esas vías están establecidos o habitan, no se han mostrado muy rumbosos, pese a la comisión que ha sudado la gota gorda buscando pesetas».

Callejero del distrito. Llibret de la Foguera Plaza de Alfonso XII 1929 (AMA)

A todo esto, salía a la calle el llibret de la Foguera que, si bien todavía no reflejaba la composición de su comisión, sí registraba por vez primera la relación de calles y plazas que componían el distrito: «Carrers de Francos Rodríguez (actual tramo final de la calle Mayor), Altamira, San Fernando, Esplaná (hasta la Rambla), Postiguet (actualmente Juan Bautista Lafora), Gravina, Jorge Juan, Niágara, Bendicho, Marqués (Callizo del Marqués), Cervantes, Cruz de Malta, Santa Faz, Pasaje Amérigo, Padilla (hoy no existe, fue absorbida en la prolongación de la Rambla), Pórtico Ansaldo, San Telmo, Lonja Caballeros, Doctor Esquerdo (absorbida igualmente por la Rambla), Lafarga, Triunfo (hoy Alberola Romero) y Plases de Ramiro, Progreso (de la Santísima Faz) y Alfonso XII».

También incorporaba esta sencilla y escueta Llista de les festes:
Tots els dies Diana per una música y pasacalle de charamita y tambor y nanos.
A mich día traca y charamita, y pasacalle per la música.
A les cuatre, charamita y nanos.
De les 6 a les 8 y de les 10 a les 12, consert per la música.
Día 22, per la nit, traca.
Día 23, per la nit, castell.
Día 24, per la nit, traca, y solemne cremá de la Foguera.
Según explican prolijamente los firmantes de la citada solicitud, en la base de la foguera «irán en sus distintos lados asunto alusivo al proyecto de escalinata del Arrabal Roig. Subida al Castillo de Santa Bárbara y sustituyendo los pinos por higueras y las figuras estarán representadas con cierta picardía. El chalet de Mancha caricaturizando los vehículos antiguos destinados a la desinfección. El proyecto de reforma de la Plaza de Alfonso XII. [...] Sobre la misma se elevará una casa con doble escalera por la que descenderán empleados de la limpieza pública y vecinos transportando la basura, todo esto con el propósito de ridiculizar a aquellos vecinos que no quisieron secundar la gran y acertada iniciativa de nuestro alcalde para la recogida de basuras en los pisos. En los lados de la casa aparecerá una copia exacta de un camión de los dedicados al transporte de la basura con un muñeco que automáticamente tocará la campana». Terminaba la explicación de la foguera añadiendo que el conjunto lo completaba un buen número de lo que hoy calificaríamos como ninots de carrer, repartidos por toda la plaza.

Boceto de la Foguera Plaza de Alfonso XII 1929 (AMA. Expediente 6/29)
Foguera Plaza de Alfonso XII 1929, cara frontal (Archivo Gabriel Soler Benítez)
Foguera Plaza de Alfonso XII 1929, cara posterior (AMA. Colección Senante-Lamaignere)

A fin de cuentas, resultó ser un sencillo, que no modesto, monumento foguerer, fruto del ingenio de uno de los componentes de la tripleta vencedora de la edición 1928, el reconocido pintor nacido en Villajoyosa, José Marced Furió, que no pudo repetir galardón, pues la aludida falta de recursos tuvo su repercusión y no fue premiada, aunque el resultado plantado fuera discreto. Según el boceto de 63 x 47,5 cm, realizado en acuarela azul, que se conserva en el expediente 6/29 del AMA, se tituló Beneida siga la curiositat. La explicación completa, muy extensa, que consta en el llibret se divide en cuatro partes o escenas, y comienza así:
Representa esta foguera
un asunt de actualitat:
el camión de la brosa
en el moment culminant
de arreplegar de les cases
les flors de «tilo» y «asar»
que van a parar después
a la fábrica de «Gal»,
que entre Niñoles y Alandí
han establit en San Blay.
Terminada la explicación, a modo de despedida incluye unos pequeños versos que se repetirían en años sucesivos como una parte tradicional en las explicaciones de los llibrets: «Esta es la foguereta / de la plasa de la Mar. / Si en ella la Comisió / ha conseguit agradar / y mereix el beneplácito / del públic y del veinat, / quedará molt satisfeta / y els aplausos partirá / en Marced, el gran artista / que l'ha feta y l'ha plantá». Lógicamente, en años sucesivos, se retocaba el texto según el o los artistas que plantaran la foguera.

Autorretrato del pintor alicantino José Marced

Por último, curiosamente tras la despedida, añade la descripción de las «figures de foguera» que, como parte del monumento, estaban situadas en la calle Francos Rodríguez (actual tramo final de la calle Mayor) y Altamira, que representaban, respectivamente, al torero Cagancho y al Negre Lloma.


1930. 6 añs, 4 mesos y 13 díes

La complicada economía generada por el infructuoso ejercicio foguerer 1929, conllevó un nuevo cambio en el timón de la comisión. Pero esta vez, la persona que tomaría las riendas del distrito de la Plaza de Alfonso XII en una situación tan difícil, cuando las dejara pocos años más tarde lo haría con la Foguera en lo más alto. José Romeu Zarandieta, que lo sería todo en un futuro en la Fiesta, ya que llegaría a la presidencia de la entonces recién constituida Comisión Gestora, era un industrial valenciano afincado en Alicante desde niño, persona afable muy ligada al mundo del espectáculo, vinculado estrechamente a la vida alicantina, llegando a ser concejal del Ayuntamiento, y festero hasta la médula, reunía todos los ingredientes necesarios para la difícil empresa de sacar a flote una foguera en tan delicadas condiciones.

Caricatura de José Romeu Zarandieta (Autor: Ricardo García López «K-Hito»)

Para poder llevar a cabo la recuperación de la comisión que recién presidía, tuvo que facturar a la misma importantes sacrificios, comenzando por el propio monumento, para el que contrató a dos artistas muy poco conocidos, para los que además fue su única obra, ya que no repitieron en el arte foguerer. Se trata de J. Corredor, cuya filiación no es conocida, en colaboración con el pintor alicantino José Mingot Cremades, que construyeron la foguera titulada 6 añs, 4 mesos y 13 díes, según consta en el boceto general en tinta sobre papel vegetal de 41,5 x 26,8 cm, firmado por Corredor, que se conserva en el expediente 4/30 del AMA junto con seis escenas de la base realizadas con la misma técnica, en soporte de pequeño tamaño, también firmadas por Corredor.

Boceto de la Foguera Plaza de Alfonso XII 1930 (AMA. Expediente 4/30)
Foguera Plaza de Alfonso XII 1930. Bocetos de las escenas del zócalo (AMA. Expediente 4/30)

En documento oficial con el emblema de la Foguera, consta la primera relación conocida de comisionados de la misma, con sus correspondientes domicilios y cargos: José Romeu, presidente; José Rodríguez, vicepresidente; José Aznar, tesorero; Manuel Navarro, contador; Juan Cours, secretario; los vocales Ezequiel Climent, Juan Climent, José Climent, José Sevila, Francisco Ivánez, Miguel Donat, Antonio Maciá, Eustasio Moreno, Francisco Iborra, Pedro Padilla, Enrique Romeu y Benito Beltrán; constando, por último, Enrique Garriga como asesor artístico.

Foguera Plaza de Alfonso XII 1930. Relación de comisionados (AMA. Expediente 4/30)

En cuanto al citado emblema y estandarte de la Foguera, estaba basado en el cartel que Lorenzo Aguirre hiciera para Alicante-Atracción en 1928, principal colaboradora de José María Py en la fundación de Les Fogueres, cartel que además serviría de portada al programa de mano, y que en la insignia de la Foguera quedaba enmarcado entre las columnas del pórtico del Ayuntamiento. Nos viene dada la noticia del mismo en la página 1 del Diario El Luchador del día 21 de junio:
Lorenzo Aguirre, que acertó, el primer año de hogueras en Alicante, componiendo un cartel mural admirable para anunciar el festejo, tuvo también el buen gusto de plasmar el mismo asunto, con la misma espléndida tonalidad, sobre una manta valenciana, para que sirviera de estandarte a la hoguera de la Plaza de Alfonso XII. Si para cartel era ya una consecución admirable de unos motivos perfumados de localismo, sobre ese trozo de manta que sirve de estandarte, es más acentuado su sabor regional y destaca más el espíritu que Aguirre quiso identificar con su obra.

Emblema de la Foguera Plaza de Alfonso XII
Autor: Lorenzo Aguirre, basado en su cartel de 1928
(AMA. Tomado de documentos del expediente 4/30)

A la vista de la notable respuesta a la gestión de la nueva directiva, esta decide mantener otro año la laureada Banda de Música «La Independiente» de Jijona, «dirigida por el notable profesor don Antonio Hernández Mira», incorporando algunos músicos más, y ampliar notablemente el programa de fiestas, según queda reflejado en el llibret del ejercicio, con actos fundamentalmente dirigidos al vecindario. En dicho programa, además de las consabidas despertàs «por la dulzaina y tamboril con disparo de morteretes», tracas y pasacalles, e independientemente de los actos oficiales que, por razones obvias, partían o se celebraban en la plaza de Alfonso XII, podemos encontrar actividades tales como: veladas musicales, conciertos y verbenas «al estilo de Madrid», concursos de peinados y mantones de Manila, festejos populares con cucañas y carreras de sacos, etc.; pero hubo otras que fueron especialmente señaladas, y se convirtieron en clásicas de este distrito.

A las ocho de la mañana, tras la despertà, se celebraba una Diana en la que se volvía a recorrer el barrio con la banda «acompañada de los enanos». Y es que José Romeu era propietario de una importante colección de cabezudos, que hacían las delicias de niños y mayores. Por otra parte, el día 23 de junio se celebraba una de las actividades más simpáticas, que venía así referida en el programa festero del distrito:
A las doce, llegada de la Banda exótica mora de Beni-Berás-Kanela (África Central). Se anunciará por medio de Bombas elevadoras explosivas la entrada por la bocana del Puerto, del buque que la conduce y el momento del desembarco en la Escalinata Regia, en donde la Comisión de la Foguera dará la bienvenida a los expedicionarios a cuyo frente vendrán prestigiosos moros Notables y entre ellos algún Sobresaliente, los cuales vestirán su típico traje de gran gala. Acto seguido se iniciará el desfile por todo el distrito durante el cual los mencionados moros Notables saludarán a la población en la forma típica y tradicional de su país o sea disparando incesantemente sus detonantes arcabuces.
Esta actividad, muy relacionada con los festejos de Moros y Cristianos, atuendos incluidos, que se convertiría en un clásico, se vería reforzada especialmente a partir del siguiente ejercicio con la contratación de una peculiar banda de música alcoyana, que llegó a hacerse muy famosa en nuestras fiestas. Y, por último, el día de San Juan, se procedía de diez a doce de la mañana al «reparto de limosnas a los pobres», lo que tenía lugar en la Plaza de Alfonso XII, junto a la foguera, igualmente amenizado por la banda.

Otros documentos contenidos en el expediente hacen mención a una solicitud, fechada 13 de junio, de instalación de postes para adornar con guirnaldas la verbena, en el tramo de la calle San Fernando comprendido entre las calles Cruz de Malta y Cervantes, así como un templete para la banda de música, que ocuparía parte de la acera del Ayuntamiento, comprometiéndose la comisión a reparar los desperfectos que se pudieran dar en ambos casos. Las autorizaciones llegarían en comunicación de Alcaldía fechada el 18 de junio.

Los «cabezudos» de José Romeu Zarandieta (AMA. Colección Francisco Sánchez)

Y en cuanto a la solicitud de plantà, fue firmada y presentada por el propio José Romeu mucho antes, el 22 de marzo de 1930, quedando autorizada el 8 de abril. Adjuntaba una memoria en dos partes, la primera de las cuales hace referencia a lo que representa el conjunto de la foguera: «En el centro una máquina apisonadora que lleva delante un mico, tiene debajo a una prensa y a una figura de mujer con el escudo de la Nación entre las manos. Esto se entenderá que la Prensa y la Constitución del 76, estuvieron debajo del poder de la Dictadura durante el periodo de permanencia de esta». Esta parte central del monumento, se rodeaba de escenas alusivas a la represión y castigo a políticos, la especulación de la peseta, la deuda contraída y los destierros impuestos. Y la segunda parte de la citada memoria detalla las pinturas del pedestal, con referencias similares, donde destacaba «una inscripción (28 de enero de 1930) con un sol saliendo por el horizonte, en cuyo centro figurará una piqueta demoledora. Esto es el día de fin de la Dictadura».

La primera censura de la que hay constancia en medios escritos se llevó a cabo en esta foguera, según se insinúa en el Diario de Alicante del 23 de junio, dada la referencia clara de la misma al desmoronamiento político del régimen de Primo de Rivera, en concreto en el ninot que aparecía en el boceto, ninot que tuvo que ser sustituido por un mono, ya que representaba al dictador mientras atropellaba a la Constitución. Obvio es decir que el lema 6 añs, 4 mesos y 13 díes, no era otra cosa que la duración de la entonces ya extinta dictadura del general Primo de Rivera.

Llibret de la Foguera Plaza de Alfonso XII 1930 (AMA)

Ferrándiz Torremocha, en sus comentarios habituales de los monumentos plantados que escribía para el Diario El Luchador, reflejaba lo siguiente en su edición del 21 de junio de 1930, página 3:
No son de condena por un crimen... Es el castigo que España sufrió por cobardía moral... y de la otra. Es el lapso de tiempo que nos avergonzó ante el mundo la Dictadura... Esa apisonadora, aplastó la Constitución, laminó a la Prensa, destrozó leyes, derechos y dignidades... Por eso está en quiebra la caja del Estado... En la balanza financiera, la peseta muerde el polvo y se eleva el áureo reflejo de la Libra... Cruzaron la frontera gentes de entero carácter y rubor en las mejillas...
Todo acaba, empero... Y la misma soberbia que elevara a esa Dictadura la hizo reventar de orgullo. Vedla ahí bajo tierra, grafiada en la cruz del no ser... Todo acabó; todo terminó, es verdad, hasta... lo que hay que tener para ser pueblos dignos y progresistas.

Foguera Plaza de Alfonso XII 1930 (Archivo Gabriel Soler Benítez)

Pero la explicación más completa de la foguera plantada en la Plaza de Alfonso XII en el ejercicio foguerer de 1930, que al final resultó ser un monumento muy digno para los medios con los que había contado, la recoge, como es habitual, el llibret de la comisión, firmada por El Tio Cuc, que no es ni más ni menos que la pluma de José Coloma Pellicer, director del popular semanario alicantino, y repetía la despedida final que ya hiciera en el ejemplar de 1929. Comienza explicando que «El tío Visent el Miñó / y el tío Sirilo Polsera, / mantinen conversasió / y donen la explicación / del asunt de esta foguera». Veamos, para terminar, qué decían del cuerpo central y los cuadros de las bases de la foguera, en un par de fragmentos:
Eixe rulo representa
aquell govern tan morral
que tan pronte pillá l'olla
del puchero nasional,
se va tirar al coleto
els millors trósos de carn,
y pa millor fer la seua,
suprimí les llibertats,
posá bosos als borregos
y después els va esquilar.
[...] Cuadro primer: Representa
el moment interesant
de espulgar als españols
y de deixarlos pelats.
Cuadro segón: Solemnisim
momento de fabricar
partidaris de la U. P.
per mich de mole y a estall.
Cuadro terser: Representa
el tren de Alcoy a Alacant
y la mina de villets
que algúns se van encontrar.
Cuadro cuart: Mes de chiner:
el sol de la llibertat
ardix en flames y mata
al govern dictatorial.

1931. El triunfo de les fogueres, o Cant a Alacant

La gestión del primer año de presidencia de José Romeu, a la sazón tesorero de la nueva Comisión Gestora, ya reconocida por el consistorio alicantino, había dado sus frutos. La ahora denominada Foguera Plaza de la República por el cambio de rotulación de dicha plaza, consecuencia obvia del nuevo régimen político, la II República Española, vivió en 1931 un año de transición que le llevaría al periodo más triunfal de su historia, de modo que hizo bueno el lema del monumento que se plantara este ejercicio frente al Ayuntamiento de nuestra ciudad, El triunfo de les fogueres, según se recoge en el expediente 11/31 del AMA.

Esto era razón suficiente para que fuera de todo punto innecesario retoque alguno en la junta directiva, en una comisión en la que, según el libro Registro de Socios que se conserva en el AMA, tan solo causaron baja los vocales Rafael Soler, José Esclapés, Teodoro R. Vidal y Pedro López. Una comisión que siguió trabajando en profundidad el programa de fiestas del distrito, consiguiendo captar no solo la colaboración y las aportaciones económicas de más vecinos y comerciantes, sino que también la atención de la prensa, que cada vez prestaba más espacios a la Foguera Plaza de la República.

Llibret de la Foguera Plaza de la República 1931 (Archivo Cristina López Moya)

Uno de los mayores aciertos fue la contratación de la Banda de Música «La Nueva Iris» de Alcoy, para amenizar los festejos del distrito, «dirigida por el eminente profesor D. José Carbonell», cuya particular modo de actuar y desfilar, ataviados de ropajes moriscos al más puro estilo de los Moros y Cristianos de su población de origen, reforzaba la apuesta que en este sentido ya iniciara la comisión el ejercicio anterior. Así, reforzado todo con la cada más vez frecuente presencia de la colección de cabezudos de José Romeu, se intensificaban las actividades populares: «carreras de sacos, burros, cucañas, juegos japoneses y gran chocolatá», se alternaban con veladas musicales y conciertos; consolidándose otros actos como el reparto de limosnas de la mañana del día 23 de junio, junto a la foguera.

Pero, sin lugar a dudas, y abundando en lo anterior en relación a la presencia de las fiestas alcoyanas, la atracción más esperada tendría lugar en la tarde del 22, con el «gran desembarco de los ejércitos morunos con su Banda "Beni-Beras-Moj-Ama", figurando al frente de dichas fuerzas varios notables Kaides y el santón de la Kabila de "Beni-Ma-Met-Kafe-Licó" recorriendo el distrito». Y el tema morisco todavía no terminaba ahí, pues en la noche del día siguiente se anunciaba un «grandioso castillo de fuegos artificiales por el afamado pirotécnico Baldomero Climent, de Tánger-marroquí», que en realidad era del Tángel alicantino.

Boceto de la Foguera Plaza de la República 1931 (AMA. Expediente 11/31)

Fue tal la presencia, un tanto ruidosa, eso sí, del ambiente moro en las calles alicantinas, que mereció estas líneas del Diario El Luchador, en su número del 23 de junio, segunda página:
El desembarco de la comparsa mora, contratada para la «foguera» de la plaza de la República, fue muy vistosa. El público admiró la marcialidad y la «guapesa» de los «infieles» y la belleza de las muchachas que con ellos venían. También se elogió la actuación de la banda de música, muy a tono con el momento.
...Y comenzó a correrse la pólvora, que no ha terminado; los moritos sueltos, esparcidos por la ciudad, armados de su arcabuz y de su cesta de municiones, soltaban trabucazos lo mismo dentro de un café, que en la Explanada durante el concierto, que a las tres y a las cuatro de la mañana en las calles.
Y a eso no hay derecho. ¡Moros, pero no tanto!
La solicitud de plantà de la foguera fue firmada y presentada por el tesorero de la comisión, José Aznar Hernández, fechada y autorizada el 30 de mayo de 1931. Como se puede comprobar en su expediente, contiene anexos un magnífico boceto en tinta y acuarela de 60 x 42,5 cm, y una extensa memoria descriptiva del monumento. El boceto tuvo que sufrir recientemente un intenso proceso de restauración, en concreto entre junio y agosto de 2000, a cargo de la técnico del Ayuntamiento responsable de la obra acometida sobre papel o pergamino, Gertrudis Gómez Martínez. Hoy está enmarcado y expuesto en una de las estancias del Archivo Municipal de Alicante.

El escultor Juan Esteve (arriba) y el pintor Francisco Muñoz (abajo).
Artistas alicantinos de fogueres

Para su ejecución, esta vez sí se pudo contratar a artistas de prestigio, como lo eran el escultor alicantino Juan Esteve García, que firmó la foguera con el también alicantino pintor Francisco Muñoz Gosálbez, único artista con el que colaboraría en su carrera foguerera, aparte de su hermano Gaspar, ambos muy queridos y apreciados por la familia festera. Llevaron adelante un interesante monumento, aunque todavía modesto, que titularon El triunfo de les fogueres, si bien en el llibret aparece como Cant a Alacant. Una foguera de sencilla factura, escasamente ornamentada, pero con unos ninots cargados de expresividad y una velada alusión y enaltecimiento al recién instaurado régimen republicano, en connotación con las bondades alicantinas. Recibiría el Quinto Premio, dotado con 250 pesetas, si bien el Diario El Luchador del día 23 de junio, en la mencionada segunda página, aclara que se trataba de un «Premio de Turismo, partido en dos iguales, para las fogueras de la Plaza de la República y para la de la Plaza del Puente». No obstante, era un triunfo después de lo ocurrido en las dos ediciones anteriores de la Fiesta, y anticipaba éxitos mayores.

Foguera Plaza de la República 1931 (AMA)

La mencionada memoria de esta foguera, en la que continúa leyendo en el sello de caucho «Foguera San Chuan * Plasa Achuntament * Alacant», dice íntegramente:
La diosa Alicante, gentil y hermosa no pudiendo por menos de sentir los impulsos del entusiasmo por su típica y tradicional fiesta de les Fogueres de San Chuan, no titubea de lanzar sus pasos por el mundo entero enarbolando en su mano izquierda la heroica bandera de Alicante y con la derecha su trompa de la fama la que hace sonar con toda la fuerza de sus pulmones como anuncio y augurio de la magnificencia y grandiosidad de tan populares fogueres a cuyo llamamiento acuden con verdadero entusiasmo las provincias de España, admirando con verdadero júbilo la entrada triunfal de las fogueres que envuelta entre las nubes que cubren Alicante, asoma vertiginosamente una cuadriga en cuya figura que los dirige no sólo empuña las bridas de sus briosos caballos sino que en su expuesta y peligrosa carrera, lleva sobre la otra mano la llama de su antorcha con que prender las diversas fogueras que en distintas calles de Alicante se levantan con motivo de su tradicional fiesta, cuyo éxito se transmiten por telégrafo y cuyas noticias recoge la Prensa mundial, al igual se hace referencia de las principales vistas de la población que rica en luz y alegre por naturaleza, sin olvidar la riqueza y gusto arquitectónico de sus edificios, se pretende que Alicante figure en lugar preeminente, que es afán y deseo de todo buen Alicantino.
No faltó la personal visión de Ferrándiz Torremocha, en su habitual sección del Diario El Luchador del día 22 de junio, en su página sexta:
La Fama, sonando su vibrante corneta, y de pie sobre la esfera del mundo, lanza a los cuatro vientos la hermosura de Alicante, las excelencias de su clima, las estampas magníficas de sus paisajes y la espectacular fiesta de les fogueres, que, para hermosear más a Alicante, la enjoyelan de auridiscentes reflejos y tonalidades rojas de triunfo.
Por esos trompetazos de la Fama acuden a esta capital gentes de todos los países que, en esta hoguera, se representan por ese grupo que sube hacia esa región gloriosa por donde galopa esa cuádriga romana, y en cuyo carro va el espíritu de les fogueres, al aire la antorcha síntesis de nuestra fiesta.
Otras alegorías completan la fisonomía de esta foguera, fuertemente alicantinista y de admirable significado.
Y en cuanto a la explicación completa que consta en el llibret de la Foguera, que se sigue de la despedida ya habitual, sus versos juegan permanentemente con un doble sentido, combinando las bondades del nuevo régimen con las de nuestra ciudad, en una ambigüedad constante. 
Va davant fent llum la Gloria,
que ve en oberta carrera
de la cuádriga ilusoria
enganchá a cada foguera,
per a asaltar la victoria.
Avansa sense parar;
no hiá obstácul ni perill
que no puga dominar,
bolant alt, sobre el espill
transparent de nostre mar.

1932. Cuatre coses de Alacant

Claras las líneas de actuación, la comisión de la Foguera Plaza de la República repite íntegramente su composición, tanto en directiva como en vocalía. La evolución del distrito lleva a este colectivo a poder optar a lo más alto, gracias a los excelentes resultados de captación de vecindario y de entidades colaboradoras, merced a la magnífica actividad desarrollada en los dos últimos años, en un enclave tan emblemático de Alicante, que también facilitó las cosas de cara a conseguir una importante publicidad en la prensa. Llegó la hora de apostar fuerte, y la Foguera lo hace contratando al flamante vencedor de la edición 1931 de Les Fogueres, Gastón Castelló Bravo, amigo personal de Romeu Zarandieta, que estaba creciendo exponencialmente en arte y en fama, no precisaba presentación alguna y era sinónimo de éxito asegurado. No había alicantino que no hubiera oído hablar de él, que no conociera sus fogueres, su pintura, su sencillez, su humildad, la coherencia entre persona y obra y, sobre todo, su bondad, su fama de hombre bueno.

Llibret de la Foguera Plaza de la República 1932 (AMA)

Pero volvamos a las actividades festeras de esta floreciente comisión, siempre de la mano de la ya famosa Banda de Música «La Nueva Iris» de Alcoy y de los cabezudos de Romeu Zarandieta, con sus juegos populares, verbenas y conciertos, sin olvidar el reparto de limosnas y la ya esperada «gran entrada de los ejércitos morunos con su Banda "Beni-Beras-Moj-Ama", figurando al frente de dichas fuerzas varios notables Kaides y el santón de la Kábila de "Beni-Pe-Pet-Ro-Chet" recorriendo el distrito», así como la pirotecnia de «"Bal-Do-Mero-Ment-Cli" de Tánger marroquí».

Lo que comenzó siendo una simpática actividad de la comisión dentro de su calendario de festejos, se había convertido en un acto de referencia en los días centrales de Fogueres. La prensa ya no se conformaba con sencillas reseñas, y así, el Diario El Luchador del 23 de junio de 1932, publicaba en primera página la columna «Desfile de una cabalgata»:
La comisión de la «foguera» del Achuntament», organizó ayer tarde una vistosa cabalgata que con su reina mora y demás elementos decorativos recorrió el distrito, entre la admiración de las gentes. Formaba en la cabalgata y era parte principal de ella la banda Nueva Iris de Alcoy que con sus trajes típicos de moro, prestó gran fuerza al festejo.
Ayer tarde a las siete, esta Comisión de la foguera de la Plaza de la República, obsequió a sus vecinos y al público en general, con un bonito y típico número de fiesta, que fue de solaz esparcimiento para todos los que la presenciaron.
Este número, titulado, «Gran entrada de los Ejércitos Morunos», hizo las delicias de grandes y chicos con sus típicas danzas, llenas de gracia y originalidad. Comenzando por sus Escuadras, de formación irreprochable, y terminando por el último de sus componentes todo contribuyó para anotarse una vez más, esta magnífica y simpática Banda, una nota inmejorable, en el haber de su Historial.
Su director don José Carbonell, trabajador incansable, compuso ya tiempo, dos números, llenos de ritmo y matiz verdaderamente moruno, titulados «Els moros riense» y «Lloiuse Morets», que fueron interpretados magistralmente por la Banda, oyendo a su paso por las calles del Distrito, entusiastas y calurosas ovaciones.
Iban a la cabeza la Escuadra de Guerrilleros que vestían bonitos trajes, a continuación, bellísimas señoritas ataviadas con preciosos y ricos trajes de moras, acto seguido, las calabazas y cajas chinas, cerrando la marcha la Banda, que tantos triunfos ha alcanzado en poco tiempo en nuestra querida Terreta.
Incluso en el Ayuntamiento de Alicante, se otorgaría una distinción a esta banda de música, tal como refiere el citado diario en su edición del día de San Juan:
Esta mañana en el Ayuntamiento, el señor Alcalde en nombre de la Comisión de la «Foguera del Achuntament» y de la ciudad entera, ha colocado una corbata a la bandera de la banda de música «Nueva Iris» de Alcoy, que ameniza los festejos de aquel distrito.
En el acto que ha sido cordialísimo, el señor Carbonell ha pronunciado unas efusivas palabras de cordialidad, para los alcoyanos, pidiendo que es necesario que todos los pueblos se sientan alicantinos cuando visiten la capital, puesto que todos hermanos hemos de estar en nuestra casa allá donde nos encontremos en terreno de la provincia.
Se han cruzado saludos y vivas para Alicante y para Alcoy.
El público ha ovacionado constantemente y con entusiasmo al alcalde y a los músicos alcoyanos.
El 8 de junio de 1932, la solicitud de plantà firmada en esa fecha por José Aznar Hernández, tesorero de la comisión, se presentaba en el Registro, pasando a informe de la Comisión de Fomento al día siguiente, que la autorizaría el 10 de junio. Se acompañaba de un vasto boceto en tinta sobre papel vegetal, de 46,4 x 61,8 cm, así como una descripción de las cuatro caras del monumento. Ambos documentos se conservan en el expediente 19/32 del AMA. Cuatre coses de Alacant, mediría 8 x 8 m de base y otros 8 m de altura, y conquistaría el Segundo Premio, dotado con 600 pesetas, siendo una de las obras que mejor reflejan la estética gastoniana.

Boceto de la Foguera Plaza de la República 1932 (AMA. Expediente 19/32)

Sin duda, durante el periodo de 1931 a 1936 tuvo lugar la mejor etapa creativa de la dilatada carrera como artesano de fogueres de Gastón Castelló, coincidiendo con la revitalización ciudadana y cultural que tuvo lugar con la II República. De 1932 a 1936 plantaría ininterrumpidamente en este distrito. Es entonces cuando nace el tan traído y llevado «Estilo Alicantino», que adquirió con él una personalidad fácilmente identificable, y al que se adhirieron la mayoría de creadores del momento. Además de lanzar unas pautas artísticas básicas, como la utilización de volúmenes en disposición simétrica sobre podios, la estilización de figuras y el uso de formas geométricas en disposición vertical y semicircular, las obras realizadas esos cinco años significaron el éxito de una estética artesana que comenzaba a arraigar en el gusto popular, donde destacaba el tratamiento plano de figuras y superficies, y donde la simplificación de formas y diseños, y la repetición de motivos y figuras, contrastaban con la extraordinaria monumentalidad del conjunto. Se distinguían por su mayor frescura creativa y compositiva, tal vez por el hecho de haber sido fruto de una reflexión estética minuciosa. Aquellos monumentos, sencillos pero a su vez solemnes y conmovedores, estuvieron siempre al acecho de la modernidad y la vanguardia, como es buen ejemplo que, gracias a la colaboración de su padre, mecánico de profesión, incorporaran movimiento, juegos de luces y sombras, y otros efectos.

En la memoria entregada conjuntamente con la solicitud de plantà, explicaba José Aznar que cada cara de la foguera la ocupaba una estación del año:
«Primavera» [...] Una figura que sostiene una guirnalda de flores y en la parte baja de ella, una figura tocando el violón que representa a Alicante y detrás de ella, tres ninfas con sus trompetas de la fama que anuncian las bondades del clima de Alicante.
«Verano» [...] Una parte de la explanada con un arco de bombillas y dentro de esta superficie hay una higuera a la que hay subido un hombre. Bajo de esta parte hay una barca con varias personas en su interior. Esta barca representa «els forasters aburrits» que se marchan a otras playas a veranear.
«Otoño» [...] Se representa la Plaza de la República una vez derrumbados los porches o sea el proyecto del arquitecto de Alcoy y que se publicó en varios periódicos de la localidad. Bajo de esta vista, hay una dama durmiendo y en sueños ve como el tren de Obras del puerto se lleva todas las casas de los porches desde la Plaza de la República a la mar. Este tren es de movimiento.
«Invierno» [...] Dos figuras una mirando el cartel mural de las fiestas de Enero y otra (un extranjero) mirando el termómetro y este está extrañado de ver la temperatura. En el centro tres figuras abanicándose y que representan los tres días de fiestas.
Cabe destacar que, la cara rotulada en la foguera como «Otoño», contenía la muestra del mencionado movimiento, habitual en las obras de Gastón, en este caso en forma de un pequeño tren accionado por energía eléctrica, que circulaba sin parar y que era el que se llevaba los porches antiguos de la plaza de la República para tirarlos al mar. Y no solo eso, sino que además echaba abundante humo, gracias a una mezcla química igualmente ideada por el padre de Gastón.

Las cuatro caras de la Foguera Plaza de la República 1932:
«Primavera» (Archivo Miguel Castelló Villena),
«Verano» (Archivo Armando Parodi),
«Otoño» (Archivo Familia Collía) e
«Invierno» (Archivo Gabriel Soler Benítez)

La explicación completa, bastante extensa, la encontramos de nuevo escrita por José Coloma Pellicer en el llibret de la Foguera, dividida en cinco partes, una introducción y las cuatro estaciones, más la clásica despedida. Este es el fragmento inicial, que sitúa al espectador en el contexto del significado del monumento:
La foguera se titula
«Cuatre coses de Alacant»;
pero son tantes les coses
bones y males que hay,
que pa ferse la foguera
tan sols cuatre en han triat
per a posarles en solfa,
sense intensió, clar está,
de disgustar a ningú;
sols se fa per despertar
l'esperit alicantí
dels que ocupen puestos alts
que dormen mes que el alcheps,
y dormen tan desansiats,
que no els desperten ni a tirs
serenos ni vichilants.
El inchénit del artista
en molt asert ha lograt
unir el art en la sátira,
y les coses de Alacant
presenta maravelloses
en un simbólic enllás
en les cuatre alegories
de les estasións del añ.

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