Artículo publicado en el llibret de la Foguera Baver-Els Antigons 2009
Me refiero obviamente a la primera caída atestiguada de una foguera, lo que no es óbice para que hubiera alguna anterior, que no ha llegado a nosotros a través de las fuentes documentales existentes. Puede parecer de mal gusto rescatar de la historia la peor pesadilla de un foguerer, pero desde la perspectiva de los casi ochenta años transcurridos desde entonces y la anécdota que constituye, no sólo esta historia en sí, sino, como veremos, el «remate» del año siguiente, verdaderamente resulta algo digno de recuperar.
Me refiero obviamente a la primera caída atestiguada de una foguera, lo que no es óbice para que hubiera alguna anterior, que no ha llegado a nosotros a través de las fuentes documentales existentes. Puede parecer de mal gusto rescatar de la historia la peor pesadilla de un foguerer, pero desde la perspectiva de los casi ochenta años transcurridos desde entonces y la anécdota que constituye, no sólo esta historia en sí, sino, como veremos, el «remate» del año siguiente, verdaderamente resulta algo digno de recuperar.
Se trata de la Foguera Alfonso el Sabio 1934, cuya
documentación se conserva en el Expediente
9/34 del Archivo Municipal de Alicante. Sus autores, el colectivo
valenciano Unión Arte, plantarían en
Categoría A el monumento titulado Espera sentad, según consta literalmente, que obtendría el Premio de la Cámara de la Propiedad Urbana.
Medía 12 por 7
metros de base y 15 de altura, y se tuvo que cambiar de
ubicación de plantà. Inicialmente se había solicitado construir la enorme
figura que representaba un alicantino, con un pie en la embocadura de la calle
Álvarez Sereix, y el otro en la de la calle Segura, pasando entre las piernas el
tranvía, pero se denegó por motivos de seguridad, quedando finalmente ubicada
en esta última calle, pero mirando hacia la avenida de Alfonso el Sabio.
Plano de las localizaciones de plantà de Fogueres 1934 En el n.º 30 la Foguera Alfonso el Sabio (Archivo Armando Parodi) |
La tramitación de todo ello
comenzó con la solicitud de plantà que el 25 de mayo de 1934 firmaban el secretario
de la comisión, Vicente Maltés, y el presidente, Manuel Ruso, con fecha de
entrada en el registro de la
Secretaría del Ayuntamiento el 28 del mismo mes, si bien es
curioso observar que aparece transferida por Alcaldía a la Comisión de Fomento para
informe de la misma con fecha del día anterior. Un lapsus. El citado documento,
que solicitaba emplazar el monumento «en las cuatro esquinas de Alfonso el
Sabio, Segura y Álvarez Sereix», explica que consistiría en «una gran figura y
ésta está piernas entreabiertas da facilidad completa para que el tranvía y
toda clase de vehículos pasan por bajo de la Foguera, que con este fin está construida».
Boceto de la Foguera Alfonso el Sabio 1934 (Número Extraordinario de Fogueres 1934 de El Tio Cuc. AMA) |
No se conserva el boceto
original, pero la memoria que acompañaba a la solicitud, fechada 24 de mayo,
que identifica la enorme figura de 11 metros con un alicantino que representa a
Alicante, y que «enseña el proyecto de la Ciudad
Satélite, proyecto que se ha de realizar, pero no se sabe cuándo», detalla
que descansaría sobre dos pedestales de 3 por 7 metros de base y 4 de
altura, lo que significa que entre ambos pies del alicantino restarían 6 metros de distancia.
En una de las bases se ve una gran tortuga
llevando a espaldas de ésta un equipo de trabajadores jóvenes alegres y
confiados en que van hacia el trabajo de tan magna obra, que se va a realizar
en la Playa de
San Juan.
[...] En la otra base, otra tortuga de las
mismas dimensiones que la anterior, ya vieja con bigotes debido al tiempo
pasado y todo el mismo equipo de trabajadores viejos, con la herramienta
carcomida y de los materiales se ven salir por la influencia del tiempo pasado
unas grandes setas.
Podemos encontrar la reproducción
del boceto de la foguera en el Número Extraordinari
de Fogueres de San Chuan 1934 de la popular revista El Tio Cuc, con una parca explicación: «Este home que está plantat
/ espera la Ciutat Prieto... / ¡Putx que l’espere sentat!». E igualmente
escueta es la que aparece, también junto al boceto, en esta ocasión en prosa y
castellano, en el Libro de Oro de
1934: «Se refiere al proyecto que se ha de construir de la Ciudad-Prieto y
espera tranquilo el día de su inauguración. Claro que si no espera sentado, en
esta postura va a ser una calamidad». Parecía un texto premonitorio, como ahora
veremos.
Boceto y explicación de la Foguera Alfonso el Sabio 1934 (Libro de Oro de les Fogueres de San Chuan 1934. Archivo Armando Parodi) |
La descripción completa del
monumento sólo la encontramos en el llibret de la Foguera, en el que aparece el
distrito como «Alfonso el Sabio-Quintana», titulando al monumento Espera Sentat. La explicación consta de
poco más de tres páginas, en verso valenciano, y la firma Carlos Lozano:
No es el Alacant de huí,
aquell antíu Alacant,
que encara que’l conexíen
per la «Perla de Llevant»,
era tan sols un poblet
en visos de capital,
que en mích hora el recorríes
y el miraves pam a pam.
Huí podem dir orgullosos,
que’s una hermosa suitat
perque el seu radio d’acsió
enormement a escampat
encaramse als Castells
que domínen Alacant,
e invadínt, en bons carrers,
lo que antes eren bancals,
lo mateix per la Florida
que per els Anchels y el Plá.
Es San Visent del Raspeig
casi un carrer d’Alacant.
El Palamó ya es un barrio
agregat a la siutat.
Hay que vore la importansia
que te el barrio de San Blay,
que ya se a unit al Ensanche
de tant com sa edificat.
El barrio de San Fernando,
en plena prosperitat,
no el conexería uno
que aquí faltara deu añs.
Y si es el de Carolines,
no es menester ni parlar,
que’s el de mes importansia
dels barrios que té Alacant.
Tot lo que tením escrit,
es sols para demostrar,
que el nostre poble es un poble
en plena prosperitat,
perque es amant del Progrés
y camina sempre Avant.
Per aixó, en esta foguera,
es el poble eixe chagant,
al que acudixen ansiosos
homens de totes les parts,
para disfrutar un clima
que en tot el mon no te igual,
y pa admirar les belleses
que ofrenda nuestra ciutat.
Lo mateix venen de Europa,
que de América Central,
que del Asia y de Oceanía,
y el Africa ecuatorial,
perque en tot el mon ya saben
lo molt que val Alacant.
El chagant en cá vol crecer.
Vol encara ser mes gran.
Y anque la Ciutat Chardí
es una presiositat,
y el barrio de Vista-Hermosa
de
la Creu, es un encant;
ell
a posat els seus ulls
en la placha de San Chuan
pa fer una maravilla:
pa fer un atra siutat
que se dirá «Siutat Prieto»
en honor al siudadá
que al chafar nostra terreta
d’ella se quedá prendat
y mos brinda protecsió
en tota sinseritat.
Y ya tenim el asunt
que la foguera a plasmat:
¡no fem pará de rosí,
sent de cavall l’arrancá!
Que no se quede en proyecte
lo que ya está ascomensat;
que eixa carretera nova
que tant que fer a donat
-pues en el propit Congrés
una trifulca vá armar-
que no se quede ya feta
pa que’s desfasa demá,
y que luego s’aprofite
pa anar... a ninguna part.
¡Hay que arribar hasta el fí!
¡Hay que fer eixa ciutat!
¿Será nostre pesimisme
de broma o de veritat?
En la foguera voreu,
el entusiasme a un costat:
Chent chove plena de arrestos,
ben desposta a treballar
perque
Alacant se engrandixca
com
se mereix Alacant;
urbanisant
eixa placha
que el seu orgullo será.
Pero, tenim por que pase
lo que hay al atre costat:
que
la chent sa fet agüela,
el material rovellat,
plé de tarañines tot,
perque el temps anat pasant
y en el añ dos mil setenta
lo mateix que ara, estará
el proyecte sense fer
en la placha de San Chuan.
Molt mal, molt mal mos sabría
el pronostic asertar.
Volem quedar embusteros
y en gran ridícul quedar.
¡No decaiga el entusiasmo!
¡Luchem per la realitat!
¡Hay que arribar hasta el fí!
¡Hay que fer eixa Siutat!
Pues bien, continuando nuestro
relato, el día 28 de mayo, la
Comisión de Fomento dirigía al Alcalde la propuesta de pedir
informes al Ingeniero Municipal, Arquitecto Municipal y Perito Electricista
Municipal, «a efectos de que con toda urgencia dictaminen sobre las condiciones
de seguridad y demás», y las conclusiones de estos fueron absolutamente
desfavorables a la idea inicial de plantà. Así, el dictamen de Vías y Obras, de
fecha 1 de junio, estima insuficiente el espacio entre los pedestales y
advierte «un peligro muy considerable el que pueda caer la foguera sobre la
línea de trabajo del tranvía, pudiendo romperlo y ser causa de graves
accidentes», proponiendo las calles Álvarez Sereix o Segura como alternativas a
Alfonso el Sabio para su emplazamiento. El Arquitecto Municipal coincidió
plenamente, en su informe del 2 de junio, con el Ingeniero Municipal,
advirtiendo el peligro de derrumbamiento de la foguera sobre los cables del
tranvía durante la cremà, y proponiendo un emplazamiento donde no existiera tal
riesgo. Y por último, la sección de Alumbrado del Ayuntamiento, en comunicado
de fecha 4 de junio, incidía en el mismo punto del cable del tranvía, abundando
en que la envergadura de la figura central haría necesario atirantarla con cables
a fachadas o balcones, lo que agravaría el riesgo de electrocución, al poder
contactar éstos con la línea de trabajo del tranvía.
De este modo, ante tamaña
oposición de los técnicos municipales y la consecuente denegación a la solicitud
de plantà, el secretario de la
Foguera dirigió un escrito no fechado a la sección de Fomento
del Ayuntamiento, replanteando la plantà entre ambas esquinas de la calle Segura, opción
que la Comisión Municipal
de Fomento aprobaría finalmente en escrito de fecha 18 de junio.
Este forzado cambio en la
orientación de la foguera fue providencial, pues la colosal figura acabó
haciendo honor al lema del monumento, ya que históricamente ha quedado reseña
de ser la primera foguera caída de la que hay constancia documental. De haber
sido plantada en su ubicación original, sobre la línea del tranvía, podría
haber ocasionado una catástrofe.
En principio hay dos referencias
que atestiguan este hecho, mención aparte de que no existe fotografía conocida
del monumento, ni plantado, ni caído. La primera y que más detalle nos
proporciona, es el artículo publicado en el Diario
«El Luchador» del 30 de junio de 1934, único que lo menciona, titulado Epílogo de la fiesta de «fogueres de San
Chuan», duramente crítico con la concesión de los premios, en cuyo contexto
dice lo siguiente: «la de
Alfonso el Sabio que comenzó realmente la “plantá” a mediodía
del 22 y que por no estudiar debidamente la forma de hacerlo, no lograron
montarla, rompiéndose la armazón de la figura principal».
Fotografía autorizada del boceto de la Foguera Alfonso el Sabio 1935 (AMA) |
La segunda está contenida en la
documentación del Expediente 3/35,
que se conserva igualmente en el Archivo Municipal de Alicante, en el que el
que fuera presidente la Comisión Gestora los años 1933 y 1934, este año
presidente de la Foguera, Manuel Collía Piqueres, es firmante de la solicitud
de plantà de la Foguera Alfonso el
Sabio, Quintana, Fermín Galán y travesía, que así se denominó este año.
Está fechada el 5 de junio de 1935, la entrada en Secretaría del Ayuntamiento
tiene fecha 7 de junio, aunque el fechador es de 8 de junio, y quedó autorizada
de inmediato por Alcaldía.
La explicación que incluye este
documento es sencilla y elocuente, no carente de cierto sentido del humor, hoy
difícilmente apreciable en un trance similar: «Dicha foguera no tiene otra
significación, que la reproducción destrozada del año anterior, y en pie, una
alicantina ofrendando una corona a aquel monumento roto, al cumplirse el
aniversario de su defunción».
Foguera Alfonso el Sabio, Quintana, Fermín Galán y travesía 1935 (Fotos: AMA) |
Fue construida por Manuel
Villasalero, uno de los componentes del colectivo valenciano Unión Arte, autores de la foguera del
año anterior. Según su llibret se denominó Ofrenda. Fue catalogada en
Categoría A, se plantó en la plaza de la Independencia (hoy plaza de los
Luceros), mirando a la avenida Alfonso el Sabio.
Tarjeta publicitaria con el boceto de la Foguera Alfonso el Sabio 1935 (Imprenta Lucentum. Archivo Armando Parodi) |
Se conserva en el AMA una foto
autorizada del boceto frontal y otra de escenas. No se aprecia firma alguna, y los
bocetos parecen confeccionados a tinta y acuarela. Existe, además, una tarjeta publicitaria,
editada por la Imprenta Lucentum, con
la propaganda al dorso y el boceto de la foguera a color delante, ya de por sí
muy ilustrativo, y con una pequeña explicación, en castellano y en francés, que
reza así: «Alude esta foguera a una figura de gran tamaño que se cayó el año
anterior». No cabe duda.
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